La danza está estrechamente vinculada al desarrollo social. Se tienen noticias de su existencia y de la necesidad del hombre de expresarse a través de ella desde la Prehistoria, con fines religiosos, ceremoniales o puramente artísticos. Pinturas rupestres encontradas en España y Francia, con una antigüedad de más de 10.000 años, muestran dibujos de figuras danzantes asociadas con ilustraciones rituales y escenas de caza, lo que da una idea de la importancia de la danza para el hombre.
Danza en la Antigüedad
En el antiguo Egipto, las danzas ceremoniales fueron instituidas por los faraones. Estas danzas, que culminaban en ceremonias representando la muerte y la reencarnación del dios Osiris, se fueron haciendo cada vez más complejas, hasta el punto de que sólo podían ser ejecutadas por profesionales altamente calificados. Alrededor de Dionisos, el dios del vino y la embriaguez, grupos de mujeres llamadas ménades iban de noche a las montañas, donde bajo los efectos del vino, celebraban sus orgías con danzas extáticas. Estas danzas incluían, eventualmente, música y distintas figuras de la mitología clásica que eran representados por actores y bailarines entrenados. A finales del siglo V a.C. estas danzas comenzaron a formar parte de la escena social y política de la antigua Grecia.
Entre los romanos, la aceptación de la danza por parte de los poderes públicos fue decayendo. La cristianización del Imperio Romano introdujo una nueva era en la que el cuerpo, la sexualidad y la danza se vincularon estrechamente siendo objeto de controversia y conflictos.
La danza en la Edad Media
La actitud de la iglesia cristiana hacia la danza a partir del siglo IV y durante toda la Edad Media fue ambivalente. Por un lado encontramos el rechazo de la danza como catalizadora de la permisividad sexual, la lascivia y el éxtasis por líderes de la iglesia como san Agustín (354-430), cuya influencia continuó durante toda la Edad Media. Por otro lado, algunos antiguos Padres de la Iglesia intentaron incorporar a los cultos cristianos las danzas propias de los celtas, anglosajones y galos entre otros pueblos.
Renacimiento: el estudio de la danza
El Renacimiento trajo una nueva actitud hacia el cuerpo, las artes y la danza. Las cortes de Italia y Francia se convirtieron en los centros de innovación y evolución gracias a los mecenazgos, a los maestros de danza y a los músicos, que crearon grandes danzas a escala social permitiendo la proliferación de celebraciones y festividades. Al mismo tiempo la danza se convirtió en objeto de estudio sobre todo por parte de un grupo de intelectuales autodenominados la Pléyade, que trabajó para recuperar el teatro de los antiguos griegos, combinando la música y la danza.
Poco a poco, este arte se volvió cada vez más complejo hasta exigir la presencia de maestros para poder realizarla. Esto también propició el cambio de espacios para su ejecución. En la corte, la danza pasó de realizarse entre los espectadores sin un espacio específico, a interpretarse frente al público. Al establecerse esta diferencia, el danzante se enfocó al desarrollo de los pasos y la composición coreográfica, es decir, al reparto del espacio organizado.
Esta situación dio lugar a un nuevo espectáculo escénico, y con ello al establecimiento de escuelas y academias, a las que debía acudir cualquiera que aspirara a ser bailarín, para aprender sus reglas, asimilar sus actitudes, familiarizarse con su repertorio. A ellas acudían jóvenes nobles y algunos monarcas inquietos. Se publicaron métodos de danza (el primero, el de Robert Copland, De la manera de bailar base dance según la costumbre de Francia en 1521; en 1581, el maestro Fabricio Caroso Dasermaneta escribe El bailarín; y de 1588 es el compendio de Thoinot Arbeau llamado Orchésographie).
La influencia de las mascaradas e interludios italianos que se importaron de Italia y se introdujeron en la corte francesa gracias a Catalina de Médici (1519- 1589), la esposa italiana de Enrique II, dieron origen al ballet de cour, que consistía en una serie de entrées (conjuntos de danzas y coros) mitológicas o alegóricas que comenzaban con una ouverture y terminaban con un gran ballet. En esta corte francesa nacieron las primeras formas de ballet de la mano del genial maestro Baltasar de Beaujoyeux (Belgiogioso), que unificó este tipo de representaciones dramatizando la danza al vincularla a la música, el canto, la poesía y la declamación, todo ello al servicio de un argumento. Así creó el Ballet Comique de la Royne en 1581.
Durante el Barroco, el ballet de cour alcanzó su apogeo en la década de 1650 con Lully que lo transformó en la comédie-ballet con la colaboración de Molière y después en la tragédie-lyrique. En 1661, Luis XIV de Francia autorizó el establecimiento de la primera Real Academia de Danza, bajo la dirección de Beauchamp, quien codificó las cinco posiciones básicas de los pies con el acompañamiento del port de bras. Definió la terminología académica de la danza de escuela y colaboró con Lully y Molière en Le mariage forcé. A partir de la fundación de La Real Academia de Danza, los maestros franceses tuvieron un cuerpo de baile estable de profesionales. De este modo, el ballet de cour fue sustituido por el ballet teatral.
Durante el siglo XVIII se producen reformas sustanciales: un intenso dualismo entre la expresividad y el virtuosismo se personifica en Marie Sallé y Marie Camargo respectivamente; se elimina el texto verbal del ballet y se madura el ballet d´action, en el que la danza, el mimo y la música podían narrar una historia sin recurrir a la palabra. Jean-Georges Noverre (1727-1810), considerado el creador del ballet moderno y llamado “el Shakespeare de la danza”, en su Lettres sur la danse et sur les ballets distingue entre danza (arte de los pasos), ballet (arte de los movimientos y actitudes) y pantomima (expresión de las emociones y el gesto).
Consideraba que el ballet ha de tener una acción dramática y una música m esencial a la danza además de un buen tema. Abolió los panniers, las máscaras y las pelucas proponiendo un vestuario ligero y mejor adaptado a la danza. Realizó más de 30 ballets.
Nacimiento del ballet
Se define ballet clásico como la expresión de la danza académica o danza sobre las puntas que nació y tuvo su época de oro en el período romántico, evolucionando hacia otros modelos a lo largo del siglo XX. En un comienzo, el famoso bailarín y coreógrafo italiano Salvatore Viganò (1769-1821) destacó por su concepción dramática de la danza, mezcla de ballet y pantomima y presentada con gran lujo escénico, que habría de influir en el ballet moderno. Fue el primero en utilizar música clásica para coreografiar.
Carlo Blasis (1803-1878), napolitano de noble familia recoge en su tratado de danza nuevos pasos, arabescos y piruetas así como ejercicios de barra. Estableció la edad mínima de 8 años para empezar a bailar y no más tarde de 12. Codificó la técnica, creó una nueva posición y sentó las bases de la gran tradición del ballet clásico. La vestimenta comenzó a incluir el maillot y una saya corta de tul o de muselina que se fue acortando progresivamente hasta convertirse en una corola. También la saya larga y vaporosa blanca empezó a utilizarse habitualmente, lo que trajo la denominación de “ballet blanco”. La zapatilla plana de punta endurecida para el demi-pointe se incorporó definitivamente lo que convirtió al bailarín en un simple porteur o soporte.
Marius Petipa, bailarín y posteriormente coreógrafo y maestro de ballet en San Petersburgo con más de cien producciones (Don Quijote, La Bayadère, La Bella Durmiente, Cascanueces, El lago de los cisnes, La Cenicienta...), inventó la estructura del Paso a Dos clásico y consiguió del cuerpo de baile un nivel de interpretación no igualado hasta entonces. En colaboración con Minkus y Tchaikovski creó un modelo de asociación -coreógrafo y compositor de talento- que ha perdurado hasta el día de hoy.
La Danza en el siglo XX
A principios del siglo XX la técnica y los repertorios evolucionaron gracias a los Ballets Rusos, compañía formada por Serge Diaghilev en 1909 quien impulsó la renovación del ballet gracias a una concepción nueva: la producción total - danza, música y plástica todo en un solo espectáculo que agrupaba a compositores (Stravinsky, Debussy, Falla, Satie, Ravel ...), bailarines (Nijinski, Ana Pavlova, Tamara Karsavina, Serge Lifar...), coreógrafos (Fokine, Massine, Balanchine...), pintores y diseñadores (Baskt, Picasso, Utrillo...). Con estos equipos de creadores, las innovaciones se sucedieron: al cuerpo de baile se le procuró la misma preparación que a los solistas y pasa a tomar parte en el drama como un personaje coral, se introdujo el ballet abstracto o sin narración, el bailarín adquiere la misma importancia que la bailarina entre otras novedades. La trascendencia de los Ballets Rusos radica en que comenzó como compañía de ballet y poco a poco se convirtió en todo un movimiento estético.
clase de danzas
para todas las clases de danzas debes llevar en el caso de los niños una espada y en la niñas un abanico para la ejecucion del performance o coreografia
Hoy habia 2 visitantes (3 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!